SISTEMAS ALIMENTARIOS Y ACABAR CON EL HAMBRE
Una Coalición Social Local para ACABAR CON EL HAMBRE Y GARANTIZAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Preámbulo
Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la organización mundial de gobiernos locales y regionales, junto con socios de la sociedad civil y partes interesadas de todo el mundo, aborda la creciente crisis del hambre y la inseguridad alimentaria como un componente fundamental del desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible. A través de asociaciones con organizaciones de base, redes de defensa e instituciones multilaterales, y contribuciones a la investigación y la formación , CGLU fomenta un enfoque colectivo para lograr la justicia alimentaria y promover los sistemas alimentarios territoriales.
Una alimentación sana y nutritiva es un derecho humano fundamental y una piedra angular para el bienestar y la resiliencia de las comunidades. CGLU promueve este derecho fomentando sistemas alimentarios territoriales renovados, cogestionados en todas las esferas de gobierno como piedra angular para garantizar la seguridad, la soberanía y la resiliencia alimentarias, así como el acceso universal a alimentos nutritivos para todos.
Este esfuerzo de colaboración aprovecha la experiencia de los gobiernos locales, los conocimientos de la sociedad civil y la participación activa de las comunidades para crear conjuntamente soluciones que defiendan el derecho a la alimentación y la nutrición y la lucha contra el hambre, situándolo en el centro de un contrato social mundial renovado basado en el cuidado, la igualdad y los derechos humanos.
Acerca de este proceso
➜ The first letter addressing the Food Systems & Zero Hunger thematic pillar of the Covenant is provided below (and can also be downloaded here in PDF format):

📝 Nuestra evaluación
La inseguridad alimentaria es un desafío mundial acuciante, exacerbado por las crecientes desigualdades, las crisis climáticas, la inflación y el consumo excesivo de recursos. Estos problemas sistémicos ponen de manifiesto las limitaciones del sistema agroindustrial mundial, que, si bien logra alcanzar los objetivos de producción de alimentos en grandes volúmenes, presenta importantes inconvenientes que amenazan la sostenibilidad medioambiental y la salud pública, profundizando las desigualdades territoriales y socioeconómicas. Además, la falta de una respuesta proactiva por parte de los actores clave, incluido el sector privado, contribuye a estos desequilibrios al perpetuar sistemas que priorizan el beneficio sobre el bienestar de las comunidades y los ecosistemas. Casi una de cada diez personas en el mundo está desnutrida, y los grupos marginados -como las mujeres, los jóvenes, los desplazados y los ancianos- se enfrentan a importantes obstáculos para acceder a alimentos sostenibles, nutritivos y asequibles.
La intensificación de los fenómenos climáticos extremos, como sequías, inundaciones y aumento de las temperaturas, ha perturbado gravemente la producción de alimentos y las cadenas de suministro, mientras que los conflictos y la inestabilidad geopolítica han desestabilizado aún más los sistemas alimentarios mundiales. Las zonas urbanas, que dependen en gran medida de frágiles redes de suministro, y las regiones rurales, que luchan contra la escasez de recursos, son especialmente vulnerables.
La creciente demanda de ayuda alimentaria de emergencia subraya la urgencia de abordar la inseguridad alimentaria más allá del socorro inmediato mediante una remodelación fundamental de los sistemas alimentarios. Esto incluye mejorar la preparación ante las crisis, reforzar la resiliencia alimentaria local y cambiar hacia enfoques más equitativos y sostenibles de la producción y distribución de alimentos. Sin un cambio sistémico, la inseguridad alimentaria seguirá socavando la cohesión social, profundizando las desigualdades y obstaculizando el desarrollo inclusivo, dejando a millones de personas sin acceso al derecho humano básico a la alimentación.
🤝 Nuestro compromiso
Los gobiernos locales y regionales se encuentran en una posición única para promover los sistemas alimentarios territoriales como base para la seguridad, la soberanía y la resiliencia alimentarias. Su proximidad a las comunidades, junto con su capacidad de coordinación en todos los niveles de gobierno, posiciona a los gobiernos locales y regionales como actores centrales para garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos. A través de la integración de los sistemas alimentarios territoriales con la prestación de servicios públicos locales, como las comidas públicas, la gestión de residuos y los sistemas de salud, los gobiernos locales y regionales se comprometen a promover sistemas alimentarios que sean sostenibles, resilientes e inclusivos, garantizando al mismo tiempo que los alimentos se traten como un derecho humano fundamental y la lucha contra el hambre como una prioridad política superior.
El derecho a la alimentación como derecho humano: Defender la alimentación como un derecho humano incondicional requiere hacer que los alimentos nutritivos y de alta calidad sean accesibles para todos y entender los alimentos como parte de los bienes comunes. Los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel crucial en el fortalecimiento de sistemas alimentarios locales sólidos y en la lucha contra los factores multifacéticos de la inseguridad alimentaria a través de la prestación de servicios públicos locales, en particular para apoyar a las poblaciones vulnerables. Esto implica promover las oportunidades económicas, la participación de los jóvenes y el compromiso de la comunidad, pero también garantizar redes de seguridad alimentaria y permitir la participación activa en las elecciones alimentarias. Brindar oportunidades para todos en la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y localizados fomenta la inclusión, protege la dignidad y contribuye a situar la seguridad alimentaria como una infraestructura esencial para ciudades y regiones inclusivas y solidarias.
Sistemas alimentarios territoriales basados en la proximidad: La construcción de sistemas alimentarios resilientes frente al cambio climático requiere priorizar enfoques locales y regionales que mejoren la producción local sostenible de alimentos y el consumo localizado. Los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel central mediante la integración de estrategias de reducción del riesgo de desastres, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y generadoras de ingresos, y el aprovechamiento de los mecanismos de financiamiento verde para salvaguardar la producción y distribución de alimentos. El fortalecimiento de los vínculos urbano-rurales y la infraestructura resiliente al clima garantiza el acceso equitativo a alimentos nutritivos, al tiempo que reduce los impactos ambientales y crea sistemas alimentarios inclusivos impulsados por la comunidad.
Empoderó a las industrias locales contra el hambre y la alimentación poco saludable: El fortalecimiento de los vínculos entre las zonas urbanas y rurales es esencial para luchar contra el hambre y promover dietas saludables. Los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel fundamental en el fomento de las industrias alimentarias locales, garantizando de manera efectiva la prestación de servicios públicos locales y el uso de la infraestructura pública existente para estructurar los sectores agrícolas locales y localizar el valor añadido. Este enfoque genera oportunidades económicas, apoya a los productores locales y garantiza el acceso equitativo a alimentos saludables y nutritivos, al tiempo que brinda oportunidades a todos. Estos esfuerzos por lograr sistemas alimentarios sostenibles y localizados contribuyen a crear comunidades más saludables, reducir las disparidades territoriales y promover la seguridad alimentaria como base para el desarrollo sostenible e inclusivo.
📢 Nuestro llamamiento
Reforzar la gobernanza descentralizada y la asignación de recursos: Hacemos un llamado para que se fortalezcan los mecanismos financieros y de gobernanza descentralizada que empoderen a los gobiernos locales para implementar soluciones personalizadas alineadas con las necesidades de la comunidad. Esto incluye otorgar a los municipios un mayor control sobre los recursos y la toma de decisiones, particularmente en áreas como la adquisición pública de alimentos, los programas de comidas escolares y el apoyo agrícola. Los gobiernos locales y regionales también deben tener mayores competencias legales para actuar de manera efectiva y promover políticas que preserven a los agricultores, salvaguarden los entornos agrícolas y promuevan una alimentación saludable.
Fomentar la coherencia de las políticas y la colaboración multinivel: Instamos a los gobiernos nacionales y a las instituciones internacionales a alinear las iniciativas de los sistemas alimentarios locales con las estrategias nacionales y mundiales de seguridad alimentaria más amplias. Esto requiere la participación de los gobiernos locales en los procesos de diseño de políticas para garantizar que su experiencia sobre el terreno sirva de base para la toma de decisiones a nivel mundial y nacional.
Integrar la seguridad alimentaria en las agendas nacionales y mundiales: Hacemos un llamamiento a los gobiernos nacionales y a las instituciones internacionales para que reconozcan la seguridad alimentaria como un derecho humano fundamental. Este cambio implica incorporar los sistemas alimentarios territoriales en las políticas nacionales y mundiales para crear comunidades más resilientes e inclusivas que puedan hacer frente a los crecientes desafíos del cambio climático y la urbanización.
Localizar los marcos regulatorios del comercio y las subvenciones: Abogamos por una transformación del comercio internacional y las políticas de subsidios para apoyar mejor los sistemas alimentarios equitativos y sostenibles. Esto incluye la revisión de las normas del comercio mundial para garantizar que creen oportunidades para los sistemas alimentarios locales como un camino directo hacia el consumo y la producción sostenibles, y la recalibración de los subsidios del sistema agroindustrial mundial para beneficiar a las prácticas agrícolas locales diversas y sostenibles.
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