PREVENCIÓN DE CONFLICTOS
Una Coalición Social Local para PREVENIR CONFLICTOS
Preámbulo
Los gobiernos locales y regionales desempeñan un papel fundamental en la promoción de la paz y la democracia, la lucha contra la violencia sistémica y el fomento de la confianza entre las comunidades.
Guiada por los principios de cuidado, igualdad y responsabilidad intergeneracional, CGLU promueve la prevención local de conflictos como base para la paz, la coexistencia y la prosperidad.
Este empeño aprovecha la experiencia y el liderazgo de los gobiernos locales, los conocimientos de la sociedad civil y la participación activa de las comunidades para crear conjuntamente soluciones que defiendan la prevención de conflictos en nuestras comunidades mediante el fomento de la igualdad, los derechos humanos y la prestación de servicios públicos locales, más aún cuando los vecinos sufren en primera persona las consecuencias de guerras y conflictos nacionales. Nuestro Pacto Social Local sitúa la prevención de conflictos locales como condición previa de una agenda global renovada de justicia y sostenibilidad para las generaciones actuales y futuras.
Acerca de este proceso
➜ The first letter addressing the Conflict Prevention thematic pillar of the Covenant is provided below (and can also be downloaded here in PDF format):

📝 Nuestra evaluación
Los conflictos y la violencia, en sus múltiples manifestaciones, son retos omnipresentes que amenazan el tejido de nuestras sociedades en todo el mundo. Alimentados por desigualdades sistémicas, los conflictos erosionan la cohesión social, dificultan la inclusión y el sentimiento de pertenencia y limitan el acceso a los servicios públicos locales esenciales. En una era marcada por la creciente polarización, la desinformación digital y la erosión de la confianza en las instituciones, la prevención de conflictos se ha convertido en una prioridad crucial.
Con la persistencia de la violencia fuera de los entornos de conflicto, la reducción del espacio cívico y la emergencia climática que exacerba las tensiones en las comunidades, la intensificación de los conflictos tanto en zonas urbanas como rurales subraya la necesidad de respuestas sistémicas. Las violaciones de la Carta de las Naciones Unidas y los retrocesos en materia de derechos humanos, en particular los derechos de la mujer, plantean nuevos retos normativos para la consolidación de la paz.
Las ciudades y los territorios se enfrentan a retos únicos, ya que la rápida urbanización, la desigualdad y los desplazamientos inducidos por el clima intensifican las tensiones locales, y las mujeres, los jóvenes, los migrantes y los grupos marginados se enfrentan a mayores riesgos de exclusión y violencia. Sin embargo, las ciudades y las regiones también encierran un potencial transformador como espacios de diálogo, resiliencia, oportunidades socioeconómicas y culturales e innovación .
🤝 Nuestro compromiso
Los gobiernos locales, a menudo los primeros en responder a las crisis, desempeñan un papel de primera línea en el fomento de la paz y la coexistencia. Su proximidad a las comunidades les permite abordar las causas profundas de los conflictos a través de una gobernanza integradora y una formulación de políticas participativas. Al integrar las iniciativas de consolidación de la paz en la prestación de servicios públicos y aprovechar su capacidad para actuar con rapidez, los gobiernos locales son actores fundamentales en la creación de condiciones para una paz sostenible.
Promover la gobernanza inclusiva y la participación ciudadana: La gobernanza inclusiva es esencial para fomentar la confianza, la transparencia y la cohesión social. Los gobiernos locales se comprometen a garantizar que los procesos de toma de decisiones reflejen las voces de los jóvenes, las mujeres y otros grupos históricamente marginados. Al reforzar los marcos de gobernanza participativa, su objetivo es desarrollar políticas sensibles a los conflictos y procesos de planificación urbana que incorporen sistemas de alerta temprana, plataformas de mediación y presupuestos inclusivos. Estas iniciativas abordan las tensiones, mejoran la pertenencia a la comunidad y aumentan la resiliencia de las ciudades y los territorios frente a los retos emergentes.
Garantizar la igualdad y el desarrollo sostenible como infraestructura para la paz: Abordar las desigualdades sistémicas como causas profundas de los conflictos a través del desarrollo sostenible para fomentar la coexistencia pacífica, prevenir los conflictos y construir la paz. Los gobiernos locales y regionales promueven políticas inclusivas que empoderan a los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes, los ancianos y las personas discapacitadas mediante la prestación de servicios públicos locales, con educación, oportunidades socioeconómicas y programas culturales como piedra angular para la preservación de los bienes comunes. Al abordar cuestiones como la segregación social y territorial, las desigualdades intergeneracionales o el cambio climático como motor de los conflictos, los gobiernos locales construyen infraestructuras locales para la paz al tiempo que abordan las desigualdades estructurales antes de que se agraven, fomentando la resiliencia de las comunidades y alineando el desarrollo sostenible con la prevención de conflictos.
Lucha contra la discriminación, la desinformación y la polarización: Abordar la polarización social y política requiere una gobernanza integradora y medidas proactivas para contrarrestar la discriminación, el discurso del odio y las narrativas divisorias. Los gobiernos locales fomentan la coexistencia mediante una planificación sensible a la migración, el acceso equitativo a las oportunidades y la celebración de la diversidad. Al invertir en educación para la tolerancia, alfabetización digital y narrativas impulsadas por la comunidad, pretenden combatir la desinformación y promover la cohesión social. Las asociaciones con la sociedad civil y el periodismo de calidad son fundamentales para hacer frente a la violencia digital y política, garantizando al mismo tiempo comunidades inclusivas y resilientes.
📢 Nuestro llamamiento
Gobernanza multinivel para la consolidación de paz sostenible: La institucionalización de marcos de gobernanza multinivel inclusivos y funcionales es esencial para alinear las iniciativas de consolidación de la paz con las realidades locales. Los mecanismos de gobernanza conjunta son fundamentales para fomentar la alineación, la confianza y la apropiación, en particular mediante la inclusión de los gobiernos locales en los procesos de toma de decisiones y la priorización de las prioridades determinadas localmente en las políticas y la programación. Esto puede garantizar que las iniciativas de consolidación de la paz se basen en las realidades locales, reflejen las necesidades de la comunidad y sienten unas bases sólidas para una paz sostenible. Promover la participación de los gobiernos locales y regionales en la identificación, el impulso y la dirección de prioridades, estrategias y actividades para mantener la paz.
Potenciar los esfuerzos locales de consolidación de la paz: Unos marcos de gobernanza adecuados y unos mecanismos de financiación accesibles son fundamentales para capacitar a los gobiernos locales para liderar las iniciativas de consolidación de la paz. Los actores locales deben tener una voz central a la hora de identificar, impulsar y dirigir las prioridades, estrategias y actividades para mantener la paz, así como la correspondiente asignación de recursos y el diseño de carteras estratégicas para garantizar que las intervenciones abordan las desigualdades sistémicas y dan prioridad a las soluciones sensibles al conflicto. Reforzar la apropiación local de los recursos financieros mejora el impacto de los esfuerzos de consolidación de la paz y salva las distancias entre las estrategias nacionales y la implementación local.
La localización en el centro de la inclusión de jóvenes, mujeres y pacificadores locales: Involucrar a los grupos marginados, en particular a los jóvenes, las mujeres y los migrantes, en los procesos de toma de decisiones es fundamental para avanzar hacia comunidades resilientes, generar confianza y fomentar la apropiación y el sentido de pertenencia. Los gobiernos locales y regionales promueven la gobernanza participativa incorporando prácticas integradoras que crean espacios de participación y abordan los obstáculos sistémicos a la participación para garantizar que las políticas reflejen perspectivas diversas. Desde esta posición, están perfectamente equipados para desarrollar estrategias de compromiso con los pacificadores locales de la sociedad civil y otras partes interesadas.
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